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Foto del escritorAlexandra Massey

Cómo Reconfigurar Su Cerebro Para Ser Feliz - Demostrado Científicamente

Todos tenemos nuestras preocupaciones sobre el futuro y, en muchos casos, este tipo de preocupación es útil[1]. Como estar preocupado por esa fecha, puede animarte a ver lo mejor de ti mismo.


Pero cuando esa preocupación natural se te escapa y se convierte en un tipo de ansiedad crónica, cambia -literalmente- la química de tu cuerpo. Es posible que te centres en las cosas negativas de tu vida, y esto es habitual en las personas, especialmente con problemas de ansiedad.


Cuando llevas la preocupación a un extremo patológico, es tan intrusiva e incontrolable que puede producir una cantidad significativa de malestar en el cuerpo porque los niveles extra altos de cortisol crean problemas físicos como un rápido aumento de peso principalmente, una cara sonrojada y redonda, presión arterial alta, debilidad muscular, cambios de humor, etc.



¿Enfocarse en lo negativo?

Uno de los aspectos de este patrón de preocupación extrema es que es tan angustioso que sólo puedes imaginar un resultado negativo para tu futuro[2].


Es posible que te obsesiones mucho con el resultado negativo imaginario y no te des cuenta de que también hay posibilidades positivas.


Un equipo de investigadores del King's College de Londres quería saber si se podía entrenar a los preocupados patológicos para que imaginaran resultados positivos a sus preocupaciones en lugar de fijarse en las posibilidades negativas[3].


Para investigar esta cuestión, los investigadores reclutaron a personas con ansiedad y las entrenaron para que respondieran a sus preocupaciones imaginando resultados positivos para las situaciones que les provocaban miedo.



¿O centrarse en lo positivo?

Se pidió a los participantes que identificaran una situación que les preocupara en ese momento, que imaginaran cómo ese acontecimiento podría tener un resultado positivo y que registraran ese resultado positivo en un diario.

Tras cuatro semanas, los resultados revelaron que, de media, los participantes informaron de una disminución significativa de su preocupación y de la experiencia de los síntomas relacionados con la ansiedad a lo largo del estudio. También informaron de un aumento de sus sentimientos de optimismo.


Otro estudio[4] informó de que los pensamientos positivos aumentan la inmunidad, lo que tiene un impacto sorprendente en la salud en general. Y si has estado ansioso durante algún tiempo, debes hacer lo que puedas para reforzar tu inmunidad porque necesita un apoyo adicional.




Fue Buda quien dijo: "Tu peor enemigo no puede dañarte tanto como tus propios pensamientos desprevenidos". Ahora la ciencia parece haberle dado la razón después de que esta investigación demostrara que los pensamientos negativos pueden ser fisiológicamente perjudiciales.


Al mismo tiempo, el pensamiento positivo calma el ritmo cardíaco e incluso refuerza el sistema inmunitario.


En consecuencia, los científicos están siempre a la caza de formas de tratamiento de fácil aplicación que puedan ayudar a aliviar esas preocupaciones.


Entonces, ¿qué puede hacer ahora mismo para reconectar su cerebro para la felicidad?

Es tan sencillo que no vas a creer que funcione. Especialmente si tu cerebro está cableado para creer los pensamientos negativos que te bombardean diariamente.


Pruebe esto.

Tómate unos minutos para organizar tu día. A mí me gusta reservar al menos 20 minutos para captar realmente lo que voy a hacer. Busca un lugar tranquilo donde no te molesten, siéntate erguido y cierra los ojos.


Ahora imagina cómo te gustaría que fuera tu día perfecto. Puede tratarse de cualquier cosa: dinero, salud, trabajo, relaciones o simplemente estar feliz y sin ansiedad. Visualiza y cómo te gustaría que fuera tu día perfecto.

No te quedes atrapado en el pensamiento - oh, esto no me puede pasar a mí. Sé libre para experimentar un tipo diferente de conciencia, lejos de la conciencia de víctima. Pregúntate, ¿cuál es el pensamiento perfecto que me gustaría tener y que me haría feliz?


Piénsalo ahora y empieza a sentirlo ahora. Imagina que todas esas cosas que crees que harían tu día perfecto..... se hacen realidad. Que se hacen realidad de verdad. Imagina que han sucedido. Siente cómo se siente el éxito.


Nota la diferencia en la química de tu cuerpo. Estás enseñando a tu cuerpo cómo va a ser tu futuro antes de que ocurra. Cómo se desarrolle este día ideal no depende de ti; todo lo que tienes que hacer es empezar a cablear y disparar estos nuevos pensamientos y luego apreciar la diferencia en la química de tu cuerpo.


Cuando tienes pensamientos positivos, las puertas comienzan a abrirse. Hay una sincronización universal que dice que "lo que se enfoca crece". Al centrarte en tu resultado perfecto, estás invitando de forma natural a que un día perfecto forme parte de tu vida.


Esto no es tratar de controlar el resultado de tu día, ese no es tu trabajo. Tu trabajo es cambiar la química de tu cuerpo de un ciclo descendente a sentirte bien. habrás cambiado positivamente tus niveles de felicidad, lo que construirá resiliencia, confianza y esperanza.


Es sólo una práctica. Es sólo poner un nuevo hábito. Se dice que un mínimo de 21 días y un máximo de 66 días incrustarán esta nueva práctica. La vida cambiará. Nada cambia por fuera, pero todo cambia por dentro.



REFERENCIAS:


[1] Davey, G. C. (1993). A comparison of three worry questionnaires. Behaviour research and therapy, 31(1), 51-56.

2] 107 Hirsch, C. R., y Mathews, A. (2012). A cognitive model of


Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

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